Entre llevar a los niños a la escuela y a las actividades extraescolares, ocuparse de las tareas del hogar y cumplir con una jornada laboral de 40 horas, el autocuidado para los padres que trabajan puede parecer un sueño imposible. Sin embargo, el esfuerzo por priorizar la salud vale la pena, en muchos sentidos.

El riesgo de desarrollar muchos problemas de salud comunes, como enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes e incluso depresión, disminuye cuando se dedica tiempo a hacer ejercicio, seguir una dieta saludable y cuidar la salud mental.

En lugar de considerar el cuidado de la salud como una tarea más que añadir a la ya larga lista de pendientes, considérelo un regalo para usted mismo. Cada paso que dé para cuidar su salud física y mental representa una valiosa inversión en su bienestar a largo plazo. Aquí le mostramos cómo empezar:

Integra el Ejercicio en tu Rutina Diaria.
Para prevenir enfermedades y mantener una buena salud en general, los CDC recomiendan realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, es decir, 30 minutos al día, cinco días a la semana.

Dedique tiempo cada día a mover su cuerpo. Salga a caminar durante la hora del almuerzo o mientras espera a su hijo en el entrenamiento de fútbol. Dé un paseo en bicicleta por el barrio. Quede con un amigo para jugar al pickleball o al tenis. O disfrute de una sesión de ejercicio en el gimnasio. A medida que los días se vuelven más frescos y cortos, busque maneras de mantenerse activo desde la comodidad de su hogar. Pruebe una aplicación de ejercicios a la carta o vea videos con rutinas de ejercicio guiadas y fáciles de seguir.

¿Quiere una forma de controlar su progreso? Los monitores de actividad física modernos son excelentes herramientas para la salud de los padres con poco tiempo libre. Los dispositivos portátiles actuales monitorizan mucho más que solo los pasos. Muchos también ofrecen información valiosa sobre indicadores clave de salud, como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y respiratoria, y las calorías quemadas.

Adopta una Alimentación más Consciente
Comer bien requiere planificación. Evita la tentación de la comida rápida y los alimentos congelados ultraprocesados ​​a mitad de semana preparando comidas saludables con antelación. Convierte la preparación de la cena semanal en una actividad familiar de fin de semana e invita a tus hijos a participar. Deja que todos opinen al elegir las comidas, incluyendo sus proteínas magras, frutas y verduras favoritas.

Fuera de las comidas principales, intenta reducir el consumo de calorías vacías. Evita comer patatas fritas, galletas u otros aperitivos por aburrimiento y elimina por completo los refrescos. En su lugar, lleva contigo un tentempié nutritivo y rico en proteínas al trabajo cada día, como frutos secos, yogur griego o rodajas de manzana con mantequilla de cacahuete.

Prioriza el Autocuidado
Si buscas consejos para controlar el estrés, empieza por concentrarte en ti mismo. Proponte integrar algunas de tus estrategias de autocuidado favoritas en tu rutina semanal.

Dedica tiempo a actividades relajantes como escribir en un diario, escuchar música o disfrutar de tu pasatiempo favorito. Practica ejercicios de respiración o escucha un podcast relajante o inspirador mientras conduces al trabajo o de regreso a casa cada día.

Cuando te tomas tiempo para descansar y recargar energías con el autocuidado, afrontar el ajetreo diario no te resultará tan abrumador.